Cuando era niño un dia deje de sentir, para no sentirme mal nunca. Gritos en la obscuridad, de ninguna parte, de ninguna persona... No cerraba los ojos porque pense que asi podria verlos, mas nunca fue asi. Otro dia se callaron, el dia que me sangraron los oidos. Me quede estático noche tras noche aguardando en espera de lo que pasara, hasta imagine que tenia miedo cuando vi un alacran matar arañas, jamas lo sentí.
Habran pasado años porque cai rendido, cansado y con los ojos llorosos. Soñe que moria, que dejaba de ser sin haber sido. Desperte no pronto y ya sin risas ni cantos no pude jugar mas. Solo paso el tiempo lloviendo de vez en cuando refrescando el ambiente y dibujandose un arcoriris tan lejano como efimero.
En realidad no importaba, en nada de ello pensaba. No recuerdo cuando fue, no se si el sol salia o si la luna nacia, pero un dia decidi por primera vez. "No tendre los ojos abiertos mas tiempo". Todo desaparecio, se fueron el miedo a la obscuridad, a las arañas, al silencio, a la soledad incluso a la muerte. Vanales sensaciones. Vi las tormentas electricas en el horizonte, arboles caidos en el camino, humo que colmaba hasta la frente e inconciente quede en el pasto. Intenso siendo negro... miedo a mi mismo.
Fruta marchita caia sobre las flores, pero no me movi. Lagrimas se deslizaban por mis mejillas mientras mi cuerpo se undia en el lodoso jardin. Vomite hasta que ya no pude mas a pesar de seguir con el asco. Una extraña razon me mantuvo ahi, solo asi podia sentir. La euforia duro poco y mas adictivo que una droga al poco rato ya necesitaba mas. Se rompieron las puertas en mi cabeza y lo unico que queria era olvidarme de mi mismo, pero era tarde. Ya habia comenzado a pensar.
Nade descalzo en el fango, tragando agua salada, sin comer ni dormir. Me quemaba las entrañas y que tanto falto para consumirme por completo. Algunas veces me arrastre hacia la luz, hasta aquellos campos de cerezas rojas, pero a cada intento se rompian mis huesos. Talvez eso fue ayer.
Sin aliento me levante pero me quise quedar ahi. Cuanta flor pude pise, cuanta flor pude arranque y secaba para volverla a sembrar y poder arrancarla de nuevo. Me meti en un laberinto y ni la mas pura sensacion tuve, ya no supe si los destrui. Perdi la nocion del tiempo, del espacio, y de mi ser. Ya estaba por amanecer aunque el gélido viento aun soplaba, pero llevo hasta mis gastados sentidos el aroma de aquellos campos que sobrevivieron a la tormenta.
Hace tanto frio cuando sale el sol en invierno, es como la ultima jornada de la agobiante sequia. Es casi insoportable, el hielo carcome el corazon y lo lleva a tal punto que se vuelve fragil al roce de una estrella. Incluso los pajarillos comienzan a cantar, se despavilan gustosos. En el cielo se pintan colores rosas, rojos, azules, amarillos y violetas. Se puede inhalar aquel ambiente y a decir verdad es muy hermoso.
Embriagante fue la fragancia en mi nariz, en mi boca y en mis labios. Respire profundo y todavia me sacudi sin control por un rato. Quise presuroso ver la luna, pero no pude. El claro sereno ya debaja entrever alrededor. Aprete los ojos una vez mas y los abri... senti desmoronarme cuando intente verme a mi mismo y sin duda en pedasos fui a parar al suelo cuando pedi replica a las estrellas.
Luego la verdad confieso sin pena, sus penas que fueron gloria desde entonces, sentaron la primera piedra. Casi me senti en laureles pero un suspiro profundo lleno mis pulmones guardando un doloroso silencio que nunca habia sentido. Fueron mas los golpes entonces cuando intente ver el cielo estrellado justo antes de salir el sol.
Totalmente mancillado en mi persona, con las costillas perforadas, fue que me invadio un renovado sentimiento de libertad, y aunque confuso, pude ver los primeros rayos de luz. Me dejaron ciego, pero finalmente he podido ver las flores bailando y vistiendo gala, escuchando la musica de la mañana . Vuelvo a jugar y a sonreir--- todavia no se si puedo sentir, todavia no se si tengo miedos, todavia estoy entumido de aquel frio, pero la mañana apenas empieza.